Consejos para el paciente

He considerado necesario explicar la función básica de la nariz, oídos y garganta para facilitar el mejor entendimiento de las enfermedades que presentan los niños y adultos en esta área.

Para familiarizarnos, empezaremos con la nariz que presenta dos partes: la externa que es la que podemos ver y por lo tanto está expuesta más fácilmente a los accidentes; y la interna dividida por una pared o septum, en dos partes o fosas nasales. Al interior encontramos unas estructuras semejantes a las uvas, llamadas cornetes (Fig. 1) cuya función es regular la temperatura y humedad del aire. Al mismo tiempo entre los cornetes tenemos los orificios de los huecos o senos paranasales. En los niños pequeños están los etmoidales y maxilares, y en los adultos se encuentran además, los frontales y esfenoidales. Estos huecos se forman por el crecimiento del cráneo y cara, iniciándose su formación desde el nacimiento. Tienen forma de pera, es decir un orificio pequeño de entrada y una cavidad más o menos grande. En la parte posterior de la nariz (en los niños) se encuentran las adenoides, (Fig. 2) que son cono una esponja de tejido de defensa (como las anginas) y pueden llegar a obstruir la nariz. A ambos lados de las adenoides desembocan los orificios que comunican con el oído medio, por lo que una infección de la nariz puede fácilmente llegar a los oídos.

cornetes      adenoides  

En la garganta se encuentran las anginas o amígdalas que junto con las adenoides forman un anillo de defensa contra las infecciones.
Cuando las adenoides aumentan de volumen por inflamación o hipertrofia provocan en el niño una obstrucción de la nariz y la consecuente respiración bucal que, a su vez, tapa la entrada a los oídos provocando sordera y dolor. Cuando los orificios de los senos son los que se encuentran obstruidos, éstos se inflaman y producen gran cantidad de flema la cual es tragada por el niño provocándole inflamación de adenoides y amígdalas, náusea y, sobretodo, tos por la noche. (Esto último debido a que los senos drenan mejor la secreción estando acostados y la tos impide el paso de flemas a los bronquios o pulmones).
Existen varios factores que nos pueden provocar una inflamación crónica de la nariz, oídos y garganta. El más importante es la ALERGIA.
La alergia es una mayor sensibilidad a substancias que normalmente no nos causan problemas, vgr.: el polvo, los pólenes, los hongos (humedad), la caspa de animales, los alimentos, etc. Los síntomas principales son: comezón en la nariz (saludo alérgico), estornudos frecuentes, congestión nasal y salida de líquido como agua de la nariz. La alergia depende de la herencia por lo que cada quien tiene su propia sensibilidad a diferentes substancias o ALERGENOS. En general el 15% de la población presenta un padecimiento alérgico (rinitis, asma, dermatitis) y la frecuencia aumenta si existen antecedentes familiares.

MEDIDAS PARA EL TRATAMIENTO DE LA ALERGIA:

1.- Encontrar la causa o alergeno. En general es fácil si se trata de animales y más difícil en alimentos, casi imposible en pólenes o polvo.
2.- Tomar antihistamínicos y otros medicamentos como el rynacrom, que bloquean a la histamina liberada por la respuesta alérgica. Sin embargo al dejar de tomarlos los síntomas reaparecen.
3.- Valorar la respuesta de los alergenos en la piel (pruebas cutáneas) y administrar el alérgeno en dosis adecuadas, para formar defensas (anticuerpos) y bloquear a los alérgenos cuando entren en contacto con el cuerpo (las pruebas se pueden realizar a partir de los 6 años).
Como pueden ver, la alergia se puede controlar perfectamente y dar al paciente una vida NORMAL.
Se recomienda evitar el uso de ASPIRINA en todo paciente alérgico ya que puede provocarle ASMA o aumentar los síntomas si ya lo padece.

MEDIDAS PARA EVITAR INFECCIONES FRECUENTES DE OÍDOS, NARIZ Y GARGANTA

Si el paciente presenta un cuadro gripal debemos evitar la natación y los viajes (al D.F. o en avión) ya que el cambio de altura produce un bloqueo de los senos u oídos. Es necesario tomar los medicamentos prescritos y realizar aseo nasal con suero fisiológico (o agua y una pizca de sal).

Los lavados nasales se realizan de la manera más práctica y sencilla como sigue: en medio vaso de suero, colocar 15 gotas de un vasoconstrictor (iliadín infantil por ejemplo), con un gotero, jeringa o JERINGA PERA del No. 1 tomar el líquido e introducirlo lentamente sin presión en una fosa nasal, (no acostado ni hacia arriba), con la cabeza hacia atrás hasta que el líquido pase a la garganta, después escupirlo o tragarlo. Si quiere uno limpiarse la nariz, limpiarse un lado y después el otro, para evitar el paso de flema a los oídos o regresarla a los senos paranasales. Posteriormente se continúa con el lado opuesto y así hasta terminar el líquido, o lo que se tolere (en niños pequeños). Se realiza el aseo nasal dos veces al día y después SIN gotas sólo por las noches (las gotas más tiempo o directas dañan a la mucosa nasal). Esto es lo más importante ya que sólo así pueden realmente llegar los medicamentos y actuar de forma adecuada.

Por último quisiera agregar que en la niñez es cuando se forman las defensas del individuo y que por eso nuestro sistema de defensa (anginas, adenoides y ganglios) se encuentran con su mayor desarrollo y sólo cuando este sistema padece infecciones frecuentes a pesar de un tratamiento adecuado es necesario realizar una intervención quirúrgica ya que el foco de infección puede ser precisamente nuestro sistema de defensa ya inservible.
Como siempre estoy a sus órdenes para cualquier aclaración, esperando que este folleto haya resuelto muchas de sus dudas en lo que se refiere a la función y prevención de enfermedades en los oídos, nariz y garganta.