Sordera, guía para el paciente

Los problemas de sordera son cada vez más frecuentes debido a las infecciones del oído, accidentes y medicamentos tóxicos, herencia y sobre todo a la falta de protección hacia la contaminación por el ruido.

El oído consta de tres partes y cada una de ellas puede presentar alteraciones que conduzcan a la sordera.

El oído externo, que une al pabellón auricular con la membrana timpánica frecuentemente presenta exceso de cerurnen. El oído medio puede dañarse por infecciones provenientes de la nariz a través de la trompa de Eustaquio, ésto es más frecuente en niños sobre todo durante cuadros gripales asociados a la natación o viajes. Las infecciones y accidentes destruyen la membrana timpánica y huesecillos (martillo, yunque y estribo). Estas sorderas (oído externo y medio) se llaman conductivas porque evitan que la onda sonora llegue al oído interno. El oído interno es donde se encuentran los receptores de la audición y pueden dañarse sobre todo con el ruido aunque infecciones, medicamentos, herencia y accidentes provocan sorderas neurosensoriales que a diferencia de las conductivas NO se pueden operar, quedando así un daño permanente. Cuando se asocian daños del oído externo o medio con el interno se llaman sorderas mixtas.

 

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El oído interno en cuanto a la función auditiva se refiere, registra las ondas acústicas graves (como los ruidos de motor) y las agudas (como el canto de pájaros, el ruido del teléfono o la voz de mujer). Con la edad el oído pierde sus receptores dando origen a sordera o presbiacusia, afectándose la capacidad de escuchar los ruidos agudos. La sordera se presenta generalmente de la siguiente manera: 

A) aumento del volumen de la radio y T.V, a niveles molestos para otras personas.

B) se escuchan los ruidos pero no se entienden las palabras por lo que el paciente pide constantemente que se le repitan.

C) fatiga y frecuente dolor de cabeza lo que conlleva al aislamiento progresivo del paciente.

D) cambios de carácter (irritabilidad).

De acuerdo al tipo de sordera el tratamiento podrá ser médico, quirúrgico a mediante auxiliares auditivos. Los auxiliares auditivos modernos pueden tratar casi todo tipo de sordera, disminuyendo el volumen del ruido de la calle o evitando la amplificación de los ruidos intensos para que estos no molesten al paciente y recupere la audición en forma clara y satisfactoria.

Existen varios tipos de auxiliares: detrás del oído o curveta, los intracanales, que pueden ser tan pequeños que al introducirlos al conducto auditivo externo prácticamente no se vean, y en los lentes.

Para poder decidir el tipo de aparato que deseamos adaptar es necesario realizar un estudio de audición o audiometría de acuerdo a éste y al gusto del paciente se decidirá el tipo más conveniente. En general todos son de fácil manejo y aplicación. Es preferible un aparato en cada oído para tener la estereofonía normal de la audición.